José M. F. Pastor y la planificación en Argentina a mediados de Siglo XX.
Hacia fines de la década del 30, el urbanismo en Argentina se verá inmerso en un proceso de revisión disciplinar motivado principalmente por la escasez de recursos propios para enfrentar el desequilibrio territorial y empobrecimiento del interior del país.
Es objetivo de nuestro trabajo investigar la emergencia de repertorios que surgían como respuesta a estas situaciones asimétricas, a la vez que iban construyendo un campo de pensamiento nuevo en torno a las ideas de la planificación democrática.
Autores locales aducen que el pensamiento planificador latinoamericano surge como resultado del viaje de la planificación norteamericana (Romero J.L., 1976; Gorelik A., 2012) y rastreando las primeras utilizaciones de los lineamientos del planning de matriz anglosajona, identifican a J.M. Pastor como el precursor de esta corriente.
Otros estudios, particularizan en que el urbanismo en Argentina se diluye en las metodologías abstractas de la planificación (Rigotti A.M., 2003), definiendo a la misma como planificación para la emergencia, consecuencia de situaciones de catástrofe como el caso San Juan en 1944 (Rofman A., 1989; Healey M., 2012); planificación desarrollista, para los casos de corporaciones de cuenca como la del Río Bermejo en 1947 (Gorelik A., 2014) o planificación estatal que se propone para el crecimiento del Gran Buenos Aires en 1949 (Novick A., 2015).
Nuestra investigación intenta complementarse a estos estudios, a partir de dilucidar los entrelazamientos y singularidades que a mediados de siglo XX caracterizan el momento de emergencia de la planificación en Argentina a partir de la obra de José Pastor.
Pastor, arquitecto y urbanista, había relanzado los debates de la ensayística, traducido una serie de factores locales en torno a la renovación disciplinar y había sido precursor de teorías externas sobre la noción de región y entorno urbano rural.
Los planes de Pastor dan cuenta de un camino técnico innovador hasta entonces no difundido, ideas y propuestas que intentan reorganizar los espacios concebidos como unidades urbano rurales en términos de región que requieren una intervención racional y orgánica donde la iniciativa privada y la pública se combinan al servicio de la mejora de las condiciones de vida de la población (Martínez, 2016).
Los estudios mas recientes le asignan a Pastor el rol de haber fortalecido el poder institucional de la arquitectura, como también -desde su cargo de editor en la Revista de Arquitectura de la Sociedad Central de Arquitectos-, consagrarse en la voz señera de la planificación (Healey M., 2012). En línea con algunos estudios de caso, también se le atribuye al Plan Pastor para San Juan, el marco tanto técnico como teórico en que se gestó durante la reconstrucción de esa ciudad, gran parte de la obra pública y la construcción masiva de viviendas (Nacif N. E., 2012).
Trabajamos hacia la hipótesis general que su trayectoria, podría significar un replanteo en la actualización de la relación urbanismo planeamiento, como también una sugerente ventana de observación por haber participado de forma directa en estos procesos de renovación.