“La noción de ‘estilo’ en la historiografía contemporánea de la arquitectura argentina’.

El pensamiento histórico está conformado por un conjunto de representaciones acerca de lo que sucedió en el pasado. Naturalmente, los modos de ordenar este conjunto de representaciones son múltiples. No obstante, en la historiografía de la arquitectura en particular, ha jugado y juega un preponderante rol la clasificación por estilos o categorías estilísticas como método organizativo. La clasificación se funda en el principio de que no todo se conecta con todo. Es decir, ciertas entidades están relacionadas entre sí, y ciertas otras entidades no tienen ningún parámetro en común. Siguiendo esta línea, la historiografía de la arquitectura está fuertemente gobernada por un sistema de codificación que, como explica Foucault ([1966] 2011), relaciona y aísla, analiza, ajusta y articula ciertos contenidos.

Sin embargo, esta tesis pretende demostrar que un hecho artístico-técnico , como ser una obra de arquitectura, supone una expresión menos codificada que otros lenguajes y por lo tanto se sujeta con mayor dificultad a una determinación unívoca. En otras palabras, la arquitectura no se corresponde con las modalidades instituidas del lenguaje y las acciones; en la obra de arte lo predominante es lo simbólico y por ende no existe un significado unívoco, sino más bien múltiples interpretaciones. Entonces, ¿qué sucede cuando encasillamos a la arquitectura dentro de los límites de los estilos?

La hipótesis a comprobar en esta investigación sostiene la inevitable existencia de una tensión permanente entre la indeterminación de la arquitectura y de su historia y los intentos disciplinares de codificarla mediante la clasificación por estilos. Esta tensión suele manifestarse de diversas maneras, condensándose en lo que denominaremos –con un fin práctico– “efectos”. La tesis analizará en particular, seis efectos que se han podido identificar a partir del trabajo con las fuentes: “el estilo como explicación”, “el estilo como algo dado”, “el estilo como código – el recorte”, “el estilo y la atemporalidad”, “el estilo vs. lo creativo” y por último, “el estilo y las divergencias entre autores”. Estos efectos evidencian que el uso de las categorías estilísticas en la historiografía de la arquitectura puede tener efecto sobre potenciales conocimientos. En primer lugar, porque la clasificación implica siempre una selección, tanto de lo que se incluye como de lo que se excluye; esto es, ciertos parámetros serán válidos para definir un determinado grupo mientras que otros serán desestimados (Goodman 1969). Aquello que se excluye, raramente será tratado en los textos. En segundo lugar, porque como se observará, en muchos casos el historiador de la arquitectura da por entendido que su interlocutor comprende cuáles son las características propias de los diversos estilos. Así, el estilo sirve como herramienta para no dar mayores explicaciones. Al afirmar que una obra pertenece a un determinado estilo, el autor evita centrarse en la descripción real de una obra en particular. Y en tercer lugar, porque en muchos casos, los parámetros destacados por los diversos historiadores en relación con un mismo estilo son distintos.

En paralelo, la tesis buscará comprender porqué los estilos se han vuelto tan necesarios para la disciplina. Para ello, el uso de las categorías será puesta en relación con los “cuadros” foucaultianos (1975): ¿es posible pensar la clasificación como un instrumento de dominación? “Organizar lo múltiple”, ordenarlo, permite recorrerlo y someterlo. Si un primer objetivo del uso de la clasificación según estilos en la historiografía de la arquitectura es “estabilizar” el conocimiento, se buscará comprender si acaso un segundo objetivo de la misma no se encuentra relacionado con fines ideológicos que atañen a la lucha por el poder en el seno del campo intelectual (Bourdieu 1966).