Zona Costera en Riesgo. Implicancias de la urbanización asociada al turismo de sol y playa en el noreste atlántico bonaerense

La valoración de las playas de la Provincia de Buenos Aires como atractivo turístico desde finales del siglo XIX motivó la urbanización de la zona costera, esto demandó importantes transformaciones para adecuar el soporte natural y hacerlo apto, según el conocimiento de la época, para la ocupación urbana. En la segunda mitad del siglo XX, se masifica el turismo y se acelera el proceso de urbanización con el uso y la explotación intensiva de los bienes y recursos costeros sin considerar las limitaciones del sistema, lo cual produjo su degradación y la construcción de riesgo.

Esta tesis se centra en los partidos turísticos de la zona costera marítima del noreste bonaerense que se extienden desde Punta Rasa, al sur de la Bahía de Samborombón, hasta el norte de la laguna Mar Chiquita. Puntualmente, la franja seleccionada comprende los partidos de La Costa, Pinamar y Villa Gesell.

La hipótesis sostiene que los procesos de urbanización desarrollados para el aprovechamiento y para el uso de la zona costera noreste del atlántico bonaerense con fines turísticos se produjeron de manera incompatible con las dinámicas naturales costeras; en consecuencia, se expusieron estos territorios al riesgo a partir de la posible pérdida de los recursos necesarios para mantener el turismo de sol y playa que, junto con otras actividades complementarias, se constituye como el principal sustento económico.

El objetivo general propone identificar y evaluar el riesgo al que está expuesta la zona costera del noreste atlántico bonaerense, producto de los procesos de urbanización que acompañaron el desarrollo turístico, desde los años 60 hasta hoy, promovidos, principalmente, por actores privados.

Se identificaron amenazas ambientales producidas por la interacción de la urbanización con el sistema costero, diferenciadas según la delimitación de la zona costera: en la costa se reconoce la erosión costera por ocurrencia de tormentas marinas y el posible aumento del nivel del mar y, en la zona contigua, la salinización, la disminución y la contaminación del acuífero de agua dulce. La vulnerabilidad se analizó identificando la susceptibilidad de la población de ser afectada por esas amenazas desde la dimensión física o espacial, ambiental, socio-económica e

institucional como así también, reconociendo la exposición de bienes y de personas al riesgo. El mapa de riesgo resultante expresa que la costa tiene más riesgo que la zona contigua y que, de los tres casos estudiados, La Costa es el que tiene mayor riesgo respecto de los otros dos municipios.

Las políticas implementadas tienen una estrecha relación con la forma en la que los actores de los ámbitos de gestión perciben el riesgo y con los resultados obtenidos en el mapa de riesgo, con un foco principal en el manejo de la costa. Sin embargo, no todas responden a las medidas recomendadas para la gestión del riesgo costero ni se encuadran en procesos de abordaje integral.